Una verdadera fiesta del tango se vivió el pasado viernes en la Escuela N° 9, en Córdoba 763, Martínez. Allí, el prestigioso bandoneonísta Rodolfo Mederos (71) cautivó con su música y una clase magistral a más de 200 alumnos desde las 9. Por la noche, con su imponente orquesta, hizo bailar al compás del 2 x 4 a una multitud que se acercó al Club 25 de Mayo, en Rodríguez Peña 941, de la misma ciudad.
Todas esas actividades forman parte del itinerario “Escuela, Tango, Club”, una interesante apuesta de este artista a la que también se sumaron, en esta oportunidad, prestigiosos músicos, cantores y bailarines sanisidrenses. Organizó la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Isidro junto con la empresa Cablevisión.
El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, no se quiso perder la milonga y aprovechó la ocasión para decirle a Mederos: “Soy admirador tuyo de la época de la vieja Trastienda de Palermo”.
“Allí, con otro grupo de pibes en mi adolescencia íbamos en tren o colectivo a ver tu espectáculo. Y volvíamos caminando, charlando, era una juventud muy sana. En aquel entonces no había tanta publicidad por televisión sobre tus presentaciones, pero nos enterábamos a través de revistas temáticas. Así que en nombre de todos los vecinos sanisidrenses quiero saludarte”, dijo el jefe comunal.
En las instalaciones de la Escuela N° 9 sólo se respiraba tango. Sus paredes lucían empapeladas con fotos y dibujos gigantes de aquellos personajes que dejaron su impronta en este género. Todo tenía que ver con un formidable trabajo de los alumnos que investigaron la historia del tango en todas sus expresiones: el baile, la música y la poesía.
Y qué mejor idea que la visita del maestro Mederos, quien llegó a tocar con Astor Piazzolla e integrar la orquesta de Osvaldo Pugliese. Así fue como les habló desde los fundadores del tango, a principios del siglo XX, hasta la relación de esta música con los jóvenes de hoy. El bandoneonísta también les regaló la interpretación de grandes tangos de la guardia vieja y el salón de la escuela no tardó en convertirse en una pista de baile.
Además, se proyectaron videos de Carlos Gardel para recordar al ídolo del canto popular, ya que el viernes se cumplieron 76 años de su muerte.
Horas más tarde, el escenario se trasladó al Club 25 de Mayo, donde Mederos y su orquesta típica ofrecieron un recital ante cientos de vecinos que lo ovacionaron. Allí también se lucieron músicos, cantores y bailarines de San Isidro. Todo lo recaudado fue a beneficio de la referida escuela de Martínez.
“Fue muy cálida la recepción de los chicos en la escuela y pude percibir su entusiasmo en los trabajos que hicieron sobre esta música. Lo que me resulta alentador es que he dejado una huella aquí y que ellos me demostraron que tienen ganas de seguir aprendiendo más acerca del tango. Por eso, siempre me parece saludable acercarle a los jóvenes un poco de lo que fue nuestra cultura original, que hoy se encuentra un poco olvidada”, comentó Mederos, que en la actualidad comanda la única orquesta del país hecha a imagen y semejanza de aquellas del ’40 en cuanto a la cantidad de músicos e instrumentos.
En tal sentido, sobre su orquesta típica, compuesta por 13 integrantes, señaló: “Lo que busco con ella es rescatar la tradición del baile, pero también recuperar nuestra cultura, tan manoseada y macdonalizada actualmente. El tango es una manera de ser y en algún momento manifestó, a través de sus letras, las necesidades de un pueblo”.
“Hoy es una música de culto, por lo que hay que hacer cruzadas para venir a los barrios a tocar, porque ya no hay lugares para este género. Todo lo lindo que está pasando esta noche en este club sucedía todas las semanas con las orquestas, es que el tango estaba vivo, pero hoy está en estado de coma”, reflexionó Mederos que también tiene su lugar en el rock, ya que su bandoneón fue el primero que se escuchó en ese género cuando grabó en el disco debut de Almendra (la banda de Luis Alberto Spinetta), en 1969.
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