Al cumplirse tres años del asesinato del capitán de la policía bonaerense Aldo Roberto Garrido, a manos de dos delincuentes, en un hecho que conmovió a toda comunidad, hoy, fue recordado con una misa en la Catedral sanisidrense. Asistieron sus familiares, el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse y su esposa, la Dra. María Fernanda Nuevo, y autoridades policiales.
La ceremonia religiosa estuvo a cargo del obispo diocesano, monseñor Oscar Ojea y contó con la presencia de familiares de Garrido, entre ellos su viuda Marta Barberis, así como también autoridades municipales, representantes de las fuerzas de seguridad, vecinos, comerciantes y miembros de entidades intermedias.
“A Garrido ante todo lo recuerdo desde lo lindo, ya que lo conocía desde que yo iba al Colegio. Este policía caído en cumplimiento del deber se va convirtiendo en un símbolo muy importante para todos los vecinos y comerciantes”, expresó el jefe comunal previo al oficio religioso.
“Sigue siendo importante para San Isidro porque fue una persona sana que eligió un trabajo y lo desarrollo con honor, fue un buen servidor y para la policía es un muy buen ejemplo a seguir”, añadió Posse flanqueado por Marta Barberis, quien dijo sentirse “muy acompañada por el intendente que siempre le dio fuerzas para seguir adelante”.
“Este homenaje me emociona y me pone orgullosa que en el distrito tanto comerciantes como vecinos mantengan vivo su recuerdo, tal como me pasa a mí, que pasaron tres años de su muerte y siento que lo de Aldo hubiera sido ayer”, completó conmovida.
También estuvieron presentes en el homenaje el Superintendente de Seguridad Zona Norte, comisario Osvaldo Castelli, y quien está a cargo de la Superintendencia de Investigaciones Omar Nasrala.
Tal como lo reflejó el homenaje de hoy, San Isidro no olvida a su “policía de barrio”, Aldo Garrido, quien se desempeño 32 años al servicio del centro comercial sanisidense.
Hasta que el 18 de febrero de 2009 intentó evitar un robo perpetrado por una pareja de delincuentes en un local de ropa (Chacabuco 361) y perdió su vida. Los asesinos fueron condenados a cadena perpetua.
La ceremonia religiosa estuvo a cargo del obispo diocesano, monseñor Oscar Ojea y contó con la presencia de familiares de Garrido, entre ellos su viuda Marta Barberis, así como también autoridades municipales, representantes de las fuerzas de seguridad, vecinos, comerciantes y miembros de entidades intermedias.
“A Garrido ante todo lo recuerdo desde lo lindo, ya que lo conocía desde que yo iba al Colegio. Este policía caído en cumplimiento del deber se va convirtiendo en un símbolo muy importante para todos los vecinos y comerciantes”, expresó el jefe comunal previo al oficio religioso.
“Sigue siendo importante para San Isidro porque fue una persona sana que eligió un trabajo y lo desarrollo con honor, fue un buen servidor y para la policía es un muy buen ejemplo a seguir”, añadió Posse flanqueado por Marta Barberis, quien dijo sentirse “muy acompañada por el intendente que siempre le dio fuerzas para seguir adelante”.
“Este homenaje me emociona y me pone orgullosa que en el distrito tanto comerciantes como vecinos mantengan vivo su recuerdo, tal como me pasa a mí, que pasaron tres años de su muerte y siento que lo de Aldo hubiera sido ayer”, completó conmovida.
También estuvieron presentes en el homenaje el Superintendente de Seguridad Zona Norte, comisario Osvaldo Castelli, y quien está a cargo de la Superintendencia de Investigaciones Omar Nasrala.
Tal como lo reflejó el homenaje de hoy, San Isidro no olvida a su “policía de barrio”, Aldo Garrido, quien se desempeño 32 años al servicio del centro comercial sanisidense.
Hasta que el 18 de febrero de 2009 intentó evitar un robo perpetrado por una pareja de delincuentes en un local de ropa (Chacabuco 361) y perdió su vida. Los asesinos fueron condenados a cadena perpetua.
