noviembre 26, 2010

LA HISTORIADORA MARÍA SÁENZ QUESADA PRESENTÓ SU ÚLTIMO LIBRO EN SAN ISIDRO


La directora del Museo presentando a la escritora (arr) y
vista de la charla en los jardines (aba)

En el espléndido jardín de la Quinta Los Ombúes –sede del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal “Dr. Horacio Beccar Varela”- la historiadora María Sáenz Quesada realizó en la tarde de ayer -jueves 25- la presentación de su libro “Las cuentas pendientes del Bicentenario”.

La directora del Museo, arquitecta Marcela Fugardo de Rivero Ayerza, le dio la bienvenida a la prestigiosa autora, agradeciendo que lo hiciera con su último trabajo.

"Vale mencionar –dijo - que le estamos dando la bienvenida también al primer año del Tercer Centenario, una mirada que nos compromete a trabajar para escribir la historia con proyectos superadores. Y como estamos en tiempos de buenos deseos, pidamos: la decisión, la valentía y el coraje para asumir los desafíos que tuvo la generación de Mayo y sepamos honrarlos, en favor de una Nación que espera de nosotros lo mejor", sostuvo Fugardo.

“Traté de hacer un libro americano”, dijo María Sáenz Quesada, refiriéndose a los otros bicentenarios que se registran en otros territorios de América.

El libro aborda los procesos de independencia y crecimiento de distintos países americanos invitando a una comparación que permite comprender mejor las diferentes formas en que cada pueblo vive y vivió esos momentos.

Al tal sentido, Venezuela recordó en abril el comienzo de la independencia, nosotros recordamos Mayo, en Bogotá se recuerda Julio, los chilenos lo recordaron el 18 de Septiembre y los mexicanos recordaron el bicentenario del Grito de Dolores –que desata una cruel guerra de castas- y también el centenario de la revolución de México, de fines de 1910. Brasil, por su parte, conmemoró el arribo de la corte desde Europa, imponente episodio que es parte del surgimiento del Brasil moderno.

“Pensemos en cómo celebró Bolivia con Evo Morales, una negación de los 500 años de vida española y republicana, volviendo al período indígena, con sus ceremonias aymaras. En Venezuela también fue una negación de la conquista y en México el presidente invitó a todos unirse para celebrar el bicentenario. En Chile la celebración coincidió con los hechos del terremoto, el rescate de los mineros y el traspaso de la presidencia de la Nación. En nuestro país todo se desarrolló pacíficamente pero en conflicto con el pasado, sobre todo en contraposición con el primer centenario, desconociendo sus virtudes y marcando las diferencias”, señaló la historiadora.

“Uno de los temas más interesantes en la definición de las futuras nacionales es cómo se crea un sentimiento de pertenencia o de la identidad”, dijo. Durante la segunda mitad del siglo XVIII cuando se fortalecen las ciudades y se diversifican las exportaciones, se coincide con el inicio de la visión de los criollos de su propio patrimonio.

El barón Alejandro de Humboldt, un viajero que realizó junto a Aimé Bonpland largos y riesgosos recorridos por inhóspitos rincones de América, acercándose a la gente, es uno de los más valiosos cronistas que colaboraron, con sus relatos y observaciones, a apuntalar aquella visión de la propia identidad, añadió

Precisó que otro de los viajeros, que fue enviado a hacer el estudio de límites en el Río de la Plata, fue el aragonés Félix de Azara. Él también observó y estudió la fauna, la producción y aprovechamiento de la tierra, y es alguien que fue admirado por muchos en su tiempo, entre ellos por Hipólito Vieytes (creador del “Semanario de Agricultura”), Pedro Cerviño (creador de la Escuela de Náutica), Rivadavia, Mitre y Sarmiento.

Aimé Bompland, por su parte, quien cuidada los jardines de la emperatriz Josefina Bonaparte en la Malmaison, famosa residencia de campo con plantas exóticas, vino a Buenos Aires traído por Bernardino Rivadavia.

“Y como extranjero ilustre, fue amigo de Mariquita Sánchez”, destacó Sáenz Quesada. Bonpland, luego de intentar explotar la yerba mate y de estar preso por el gobierno paraguayo, se quedó en América y siguió siendo amigo de la activa Mariquita.



Otras figuras que se mencionan en el libro son los jesuitas, quienes iniciaron la importante mirada de América vista desde América, como lo escrito por Francisco Xavier Clavijero en México.

Junto a esos libros, están los periódicos que comienzan a editarse en las distintas capitales y que empiezan a dedicarse a los temas propios de su territorio. “En nuestro país tuvimos el Telégrafo Mercantil, una publicación que nucleó a las figuras de Belgrano, Vieytes, Castelli, Cerviño, Labardén y les da un tema que son los intereses americanos. Belgrano en 1810, el mismo año de la revolución, está publicando “El Correo de Comercio”, con proyectos de educación, agricultura, navegación, una idea de revolución pacífica”, resaltó la autora.

“Mariquita, cuando escribe sus memorias, critica son verdadero dolor lo que significaba no tener acceso a los libros libremente. Para ella el libro era fundamental”, subrayó.

Al referirse a la importancia que le asignaron a este tema, la historiadora citó que San Martín leía todo lo que podía, “¿y qué hizo cuando fue protector de Perú? Fundó la biblioteca de Lima. ¿Qué hacía Bolivar cuando se estaba definiendo la constitución en Venezuela? Recitaba de memoria textos de Voltaire. Belgrano, por su parte, en 1810 dona todos sus libros para la creación de la biblioteca pública, de la cual se cumple también un bicentenario.”

“América –concluyó la investigadora- sigue siendo como en los tiempos del Barón de Humboldt, el continente de la desigualdad. Figuramos como el más desigual por la gran diferencia entre ricos y pobres. Este es uno de los desafíos para el futuro. El otro es convertir a la ley, realmente en ley.”

María Sáenz Quesada es historiadora, profesora, investigadora y escritora. Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Nacional de la Educación, en la docencia ha sido profesora titular de Historia de América Latina y ha dictado conferencias y cursos de su especialidad en el país y en el exterior. Desde 2010 dirige la revista Todo es Historia (fundada por Félix Luna). Es colaboradora habitual de los diarios La Nación y Perfil y autora, entre otros títulos, de La República dividida, Los Estancieros, Mujeres de Rosas, Mariquita Sánchez, vida política y sentimental y La Libertadora. De Perón a Frondizi.

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