Se llevó a cabo ayer -martes 23- poco después de las 10 en el aula del Hospital Municipal "Ciudad de Boulogne" [Av. Avelino Rolón 1200, Boulogne] la charla abierta a la comunidad a cargo del Dr. Gregorio Abiusi -Director de la Unidad Docente Hospitalaria Boulogne- sobre los principales conceptos a tener en cuenta sobre el ataque cerebral, una afección provocada por la súbita pérdida de flujo sanguíneo o por el sangrado dentro de la cabeza.
En su exposición el Dr. Abiusi, apoyado por una proyección con imágenes y estadísticas nacionales, abordó con insistencia la necesidad de detectar tempranamente los síntomas del ataque cerebral -también llamado ictus, stroke, ACV-, para que mediante la rápida acción profesional (entre 3 y 4 horas y media) se pueda lograr una superación del episodio o, al menos, reducir sus consecuencias en la calidad de vida del paciente.
El ataque cerebral puede silente (que no tiene síntomas visibles o fueron desestimados por el paciente) o tener manifestaciones claras y detectables.
Si bien con la edad aumentan las posibilidades de padecer un ataque cerebral, en lo referente al sexo se determinan incidencias que pueden evitarse: el consumo de anticonceptivos en las mujeres de menos de 40 años para evitar un embarazo y recetados a las mujeres menopáusicas para reducir síntomas propios de ese período natural, provoca una alteración hormonal que agrede a las arterias favoreciendo la formación de trombosis cerebral, hecho determinado desde hace 35 años. Si a ese factor se le suma el consumo de tabaco y alcohol, el resultado es que la mujer está en peor condición que antes.
El 6% de las jubilaciones por discapacidad en la Argentina (según datos oficiales del año 2005) se otorgan a personas aún jóvenes que han sufrido las consecuencias de la hipertensión, aunque el problema real es anterior a ella. No obstante, el 30% de los casos de ACV no tienen causas conocidas.
En su exposición el Dr. Abiusi, apoyado por una proyección con imágenes y estadísticas nacionales, abordó con insistencia la necesidad de detectar tempranamente los síntomas del ataque cerebral -también llamado ictus, stroke, ACV-, para que mediante la rápida acción profesional (entre 3 y 4 horas y media) se pueda lograr una superación del episodio o, al menos, reducir sus consecuencias en la calidad de vida del paciente.
El ataque cerebral puede silente (que no tiene síntomas visibles o fueron desestimados por el paciente) o tener manifestaciones claras y detectables.
Si bien con la edad aumentan las posibilidades de padecer un ataque cerebral, en lo referente al sexo se determinan incidencias que pueden evitarse: el consumo de anticonceptivos en las mujeres de menos de 40 años para evitar un embarazo y recetados a las mujeres menopáusicas para reducir síntomas propios de ese período natural, provoca una alteración hormonal que agrede a las arterias favoreciendo la formación de trombosis cerebral, hecho determinado desde hace 35 años. Si a ese factor se le suma el consumo de tabaco y alcohol, el resultado es que la mujer está en peor condición que antes.
El 6% de las jubilaciones por discapacidad en la Argentina (según datos oficiales del año 2005) se otorgan a personas aún jóvenes que han sufrido las consecuencias de la hipertensión, aunque el problema real es anterior a ella. No obstante, el 30% de los casos de ACV no tienen causas conocidas.
En su exposición, el Dr. Abiusi señaló la importancia de evitar la automedicación ("cuanto más aspirina consume una persona más posibilidades hay de un ataque cerebral por hemorragia"), por un lado, e insistir en la amplia difusión de todos los factores de riesgo que forman parte de la vida cotidiana de la población: tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, obesidad, cardiopatías (con la enfermedad de Chagas-Mazza en primer término y alcoholismo), consumo de carnes rojas, etc.
No obstante, los factores genéticos, el medio ambiente y el sexo son también parte de los componentes que los profesionales de la salud deben tener en cuenta en el abordaje de esta afección.
La Sociedad Neurológica Argentina, alineada con las principales instituciones de neurología del mundo, utiliza cada 29 de Octubre para estimular la divulgación de los factores de riesgo y la necesidad de un cambio actitudinal sobre la calidad de vida que llevan adelante las personas, como método eficaz contra el ataque cerebral.
Cuando se produce un ataque cerebral o accidente cerebro vascular las neuronas se debilitan o mueren, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejarán de funcionar.
Los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.
Afortunadamente, por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.
No obstante, los factores genéticos, el medio ambiente y el sexo son también parte de los componentes que los profesionales de la salud deben tener en cuenta en el abordaje de esta afección.
La Sociedad Neurológica Argentina, alineada con las principales instituciones de neurología del mundo, utiliza cada 29 de Octubre para estimular la divulgación de los factores de riesgo y la necesidad de un cambio actitudinal sobre la calidad de vida que llevan adelante las personas, como método eficaz contra el ataque cerebral.
Cuando se produce un ataque cerebral o accidente cerebro vascular las neuronas se debilitan o mueren, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejarán de funcionar.
Los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar.
Afortunadamente, por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.
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