En las reuniones que lleva adelante la red comunitaria del Bajo de San Isidro a través de su Centro de Integración Familiar, comenzó a desarrollarse una experiencia singular de inclusión juvenil en base a los lineamientos planteados por el intendente sanisidrense, Dr. Gustavo Posse, de trabajar con eje en la integración de los diversos sectores de la comunidad.
Inicialmente se logró conformar un espacio de escucha para que los jóvenes del barrio que se encuentran en una situación vulnerable -por no tener trabajo ni estar estudiando- pudieran manifestar sus intereses y preocupaciones. En este espacio participativo surgió una interesante propuesta: la generación de becas para la capacitación laboral junto a un emprendimiento juvenil que se encargará de colaborar en la limpieza de la costa, que se ve afectada por los residuos que permanentemente arrastra el río desde otros distritos y ser un ámbito por ellos conocido por vivir precisamente en el sector costero.
Dicho grupo de trabajo está coordinado por el Municipio de San Isidro quien se ocupa de brindar capacitación, herramientas y dirección ejecutiva a las tareas.
Cada uno de los jóvenes que participen de este emprendimiento, además de cumplir un horario de trabajo -de 8 a 12- deberá participar por la tarde en una capacitación en oficios.
En paralelo, cada uno de ellos deberá convertirse en tutor de cuatro chicos del barrio en proceso de urbanización en el que viven para brindarles apoyo y seguimiento a fin de que no abandonen el colegio, así como estar alertas para identificar cualquier señal que indique que se encuentren vinculados al consumo de drogas a fin de que el equipo profesional de la Comisión de Inclusión Juvenil de la Mesa de Integración Social con la coordinación del Centro de Integración Familiar La Ribera intervenga de modo temprano, evitando de ese modo que se siga reproduciendo el círculo de la exclusión al supervisar estudios y la salud de los menores en riesgo, como otorgando a los jóvenes la posibilidad de encarnar un liderazgo positivo.
El referido grupo de jóvenes cuenta con el apoyo del Centro de Salud de La Ribera, la Dirección de Empleo del municipio y la Secretaría de Servicios Públicos, con la dirección y coordinación general de la Secretaría de Integración Comunitaria de la comuna, todos en permanente contacto con la red de organizaciones sociales y religiosas del Bajo.
Este emprendimiento es una apuesta a generar un círculo virtuoso que permita salir de la exclusión a los jóvenes que actualmente se encuentran sin estudio ni trabajo, promover la efectiva inclusión de los futuros jóvenes y fortalecer la red comunitaria barrial.
Inicialmente se logró conformar un espacio de escucha para que los jóvenes del barrio que se encuentran en una situación vulnerable -por no tener trabajo ni estar estudiando- pudieran manifestar sus intereses y preocupaciones. En este espacio participativo surgió una interesante propuesta: la generación de becas para la capacitación laboral junto a un emprendimiento juvenil que se encargará de colaborar en la limpieza de la costa, que se ve afectada por los residuos que permanentemente arrastra el río desde otros distritos y ser un ámbito por ellos conocido por vivir precisamente en el sector costero.
Dicho grupo de trabajo está coordinado por el Municipio de San Isidro quien se ocupa de brindar capacitación, herramientas y dirección ejecutiva a las tareas.
Cada uno de los jóvenes que participen de este emprendimiento, además de cumplir un horario de trabajo -de 8 a 12- deberá participar por la tarde en una capacitación en oficios.
En paralelo, cada uno de ellos deberá convertirse en tutor de cuatro chicos del barrio en proceso de urbanización en el que viven para brindarles apoyo y seguimiento a fin de que no abandonen el colegio, así como estar alertas para identificar cualquier señal que indique que se encuentren vinculados al consumo de drogas a fin de que el equipo profesional de la Comisión de Inclusión Juvenil de la Mesa de Integración Social con la coordinación del Centro de Integración Familiar La Ribera intervenga de modo temprano, evitando de ese modo que se siga reproduciendo el círculo de la exclusión al supervisar estudios y la salud de los menores en riesgo, como otorgando a los jóvenes la posibilidad de encarnar un liderazgo positivo.
El referido grupo de jóvenes cuenta con el apoyo del Centro de Salud de La Ribera, la Dirección de Empleo del municipio y la Secretaría de Servicios Públicos, con la dirección y coordinación general de la Secretaría de Integración Comunitaria de la comuna, todos en permanente contacto con la red de organizaciones sociales y religiosas del Bajo.
Este emprendimiento es una apuesta a generar un círculo virtuoso que permita salir de la exclusión a los jóvenes que actualmente se encuentran sin estudio ni trabajo, promover la efectiva inclusión de los futuros jóvenes y fortalecer la red comunitaria barrial.
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