junio 18, 2009

CICLO DE CINE “BUENOS MUCHACHOS”


Otro ciclo de cine se podrá ver este mes en el Teatro Municipal del Viejo Concejo (9 de Julio 512, San Isidro), con entrada libre y gratuita. Esta vez, bajo el nombre de “Buenos Muchachos”, estará dedicado a excelentes filmes, de grandes directores y no menos buenos actores.


Será del lunes 22 al viernes 26 próximos, y se proyectarán El Padrino, el Padrino II y el Padrino III, de Francis Ford Coppola; Cabo de Miedo y Buenos Muchachos, de Martin Scorsese.


El ciclo, como los anteriores es organizado en forma conjunta, por la Dirección General de Cultura de la comuna sanisidrense y la Fundación Cinemateca Argentina.


De acuerdo con lo programado, el lunes 22, a las 20,30, se podrá ver El Padrino (1972), con guión y dirección de Francis Ford Coppola, y protagonizada entre otros por Marlon Brandon, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton.


Narra la vida de Don Vito Corleone, jefe de una de las cinco familias que ejercen el mando de la Cosa Nostra en la ciudad de Nueva York en los años 40. Representa la experiencia de los inmigrantes italianos en los Estados Unidos y al mismo tiempo expone las contradicciones del "sueño americano".


El martes 23, a las 21, será el turno de El Padrino II (1974), también dirigida por Coppola, con guión del mismo director y Mario Puzo, y un elenco encabezado por Al Pacino, Robert De Niro, Robert Duvall y Diane Keaton.


La película cuenta dos historias paralelas en diferentes tiempos. La historia principal es la continuación de la primera película, siguiendo a la familia Corleone dirigida por Michael en los años 50; la otra es un flashback que sigue a su padre, Vito, desde su juventud en Sicilia a la fundación de la familia Corleone en Nueva York, y de los nacimientos de Michael y de sus hermanos.


El miércoles 24, a las 20,30, se proyectará de última de esa serie de Coppola:El Padrino III (1990), con guión del mismo director junto a Mario Puzo, con Al Pacino, Diane Keaton, Andy García y Joe Mantenga en los roles principales.


Michael Corleone se encuentra en los finales de sus cincuenta años; sus hijos ya son adultos. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar a un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser elegido. El filme comienza con una celebración en donde Michael es galardonado por sus donaciones a la iglesia. Esto es, en realidad, un intento de para legitimizar los negocios de la familia Corleone.


En tanto, el jueves 25, también a las 20.30, se verá Cabo de miedo, dirigida por Martin Scorsese, bajo guión de Wesley Strick, con Robert De Niro, Nick Nolte, Jessica Lange y Juliette Lewis en los papeles de esta trama.


Max Cady acaba de pasar catorce años en la cárcel, por haber violado y golpeado a una chica de dieciséis años. Al salir, decide dedicar cada minuto de su existencia a arruinar la vida del abogado que lo defendió, del que cree que no hizo todo lo posible por ayudarlo en el juicio. La película es una reelaboración de un filme de 1962 del mismo nombre, en la que aparecían Robert Mitchum y Gregory Peck en los papeles del villano y el héroe, respectivamente. Para esta nueva versión el director decidió darles pequeños papeles, con la intención contraria. Fue la última aparición cinematográfica de Gregory Peck.


Por último, el viernes 26, a las 20.30, se proyectará Buenos Muchachos, del mismo Martin Scorsese, con guión de Nicholas Pileggi y el propio director, con :Robert De Niro, Joe Pesci, Ray Liotta y Paul Sorvino, en los roles estelares.


Es la historia de Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, testigo de la vida de poder, honor y respeto que llevan los gangsters que habitan en su barrio, una zona de Brooklyn donde son mayoría los inmigrantes, y que está bajo la protección del patriarca de la familia Pauline. Henry, desistirá de seguir asistiendo a la escuela, y fascinado por la vida mafiosa, entrará a formar parte de la organización, comenzando por ser apenas un chico de los recados para ir ascendiendo de posición a medida que crece la confianza que en él depositan los integrantes del hampa local, involucrándose cada vez en negocios más turbios.

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