La procesión pasó frente al palacio comunal por la calle 9 de Julio hacia la plaza Mitre. La imagen de la Virgen fue llevada en una autobomba de los Bomberos.
Al celebrarse hoy la fiesta de la Santísima Virgen María, en su advocación de Auxiliadora de los cristianos, la comunidad educativa del Instituto "María Auxiliadora" –sito en Martín y Omar 287- le rezó por las calles céntricas de San Isidro.
A la cabeza de la procesión -que se inició en la sede de esta institución salesiana- se hallaban las banderas de ceremonia y una autobomba del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Isidro, que portaba la imagen de la Vírgen. Detrás, cantando, rezando y agradeciendo, todo el alumnado además de padres y ex alumnos.
Luego de concentrarse frente a la plaza Mitre la procesión se dirigió por la Av. del Libertador hacia la propiedad ubicada al 16.131, que fue la casa escogida por las hermanas fundadoras de dicho Instituto hace 125 años para comenzar con su obra educativa. Allí el padre Darío Desperés procedió a bendecir la propiedad, a sus actuales dueños, y a la canasta con tierra que -generosamente- le fuera dada al colegio, como símbolo de aquel primer paso.
Posteriormente la comunidad educativa siguió en procesión tomando Martín y Omar hasta llegar a Acassuso y luego hacia Leandro N. Alem para ingresar al gimnasio del antiguo edificio del Instituto, preparado para la celebración de la Santa Misa.
Al celebrarse hoy la fiesta de la Santísima Virgen María, en su advocación de Auxiliadora de los cristianos, la comunidad educativa del Instituto "María Auxiliadora" –sito en Martín y Omar 287- le rezó por las calles céntricas de San Isidro.
A la cabeza de la procesión -que se inició en la sede de esta institución salesiana- se hallaban las banderas de ceremonia y una autobomba del cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Isidro, que portaba la imagen de la Vírgen. Detrás, cantando, rezando y agradeciendo, todo el alumnado además de padres y ex alumnos.
Luego de concentrarse frente a la plaza Mitre la procesión se dirigió por la Av. del Libertador hacia la propiedad ubicada al 16.131, que fue la casa escogida por las hermanas fundadoras de dicho Instituto hace 125 años para comenzar con su obra educativa. Allí el padre Darío Desperés procedió a bendecir la propiedad, a sus actuales dueños, y a la canasta con tierra que -generosamente- le fuera dada al colegio, como símbolo de aquel primer paso.
Posteriormente la comunidad educativa siguió en procesión tomando Martín y Omar hasta llegar a Acassuso y luego hacia Leandro N. Alem para ingresar al gimnasio del antiguo edificio del Instituto, preparado para la celebración de la Santa Misa.
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