De nada valieron apelaciones y recomendaciones para que lo que algunos consideran “folclore electoral”, volviera a dañar con enchastres y pegatinas lo que es de la comunidad local, es decir de todos los vecinos de San Isidro.
Mientras la comuna desde laS carteleras publicitarias requería campañas limpias y que no se afectaran postes, columnas y paredes para fijar afiches, la Cámara de Comercio e Industria del Partido solicitaba al municipio que “sensibilice a los partidos políticos, organizaciones de distinto tipo y a la comunidad en general, a fin de evitar que los frentes de los diferentes edificios de nuestro distrito sean usados como lugares para pintar consignas y pegar carteles”. “Estimamos prudente –decía la entidad- recordar las normas vigentes en materia de publicidad y la conveniencia de mantener el aspecto pulcro de los frentes de edificios, característica distintiva de las ciudades cuyos habitantes poseen cultura y respeto por los bienes públicos y privados”.
Pero, instalaciones semafóricas recientemente pintadas de gris, postes, columnas, instalaciones telefónicas y otros componentes del mobiliario urbano, aparecieron enchastrados con pegatinas que muestran la cara de un candidato, el primero, en estos tiempos preelectorales, en ensuciar y dañar bienes comunitarios. Sus seguidores en el ámbito local, que desarrollan dicha campaña, han demostrado no respetar ni a los vecinos ni los bienes públicos.
Así las cosas, habrá nuevamente que limpiar y pintar lo dañado. Y ello insumirá aportes de los vecinos, que podrían dedicarse a salud, educación u otros servicios.
Mientras tanto, desde la Secretaría de Inspecciones y Registros Urbanos de la comuna se labraron las correspondientes actas de infracción e iniciaron las acciones tendientes a que la fuerza a la que pertenece el candidato, solvente los gastos para reparar lo dañado.
Mientras la comuna desde laS carteleras publicitarias requería campañas limpias y que no se afectaran postes, columnas y paredes para fijar afiches, la Cámara de Comercio e Industria del Partido solicitaba al municipio que “sensibilice a los partidos políticos, organizaciones de distinto tipo y a la comunidad en general, a fin de evitar que los frentes de los diferentes edificios de nuestro distrito sean usados como lugares para pintar consignas y pegar carteles”. “Estimamos prudente –decía la entidad- recordar las normas vigentes en materia de publicidad y la conveniencia de mantener el aspecto pulcro de los frentes de edificios, característica distintiva de las ciudades cuyos habitantes poseen cultura y respeto por los bienes públicos y privados”.
Pero, instalaciones semafóricas recientemente pintadas de gris, postes, columnas, instalaciones telefónicas y otros componentes del mobiliario urbano, aparecieron enchastrados con pegatinas que muestran la cara de un candidato, el primero, en estos tiempos preelectorales, en ensuciar y dañar bienes comunitarios. Sus seguidores en el ámbito local, que desarrollan dicha campaña, han demostrado no respetar ni a los vecinos ni los bienes públicos.
Así las cosas, habrá nuevamente que limpiar y pintar lo dañado. Y ello insumirá aportes de los vecinos, que podrían dedicarse a salud, educación u otros servicios.
Mientras tanto, desde la Secretaría de Inspecciones y Registros Urbanos de la comuna se labraron las correspondientes actas de infracción e iniciaron las acciones tendientes a que la fuerza a la que pertenece el candidato, solvente los gastos para reparar lo dañado.
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