aguarda el momento de ser colocado en su ubicación
definitiva (arriba) , se trabaja en las vigas dintel que
encadenarán los pilotes (abajo)
Bajo la estructura del -todavía en funcionamiento- puente metálico “Ing. Luis Mendiondo” de la Ruta provincial 4, las obras de construcción del paso vehicular bajo nivel de las vías del Belgrano han tomado en Boulogne un rápido impulso. Quizá no todo el esperado todavía por las autoridades de la comuna sanisidrense, puesto que el emprendimiento es la punta de lanza de una iniciativa estratégica diseñada por la Municipalidad de San Isidro para el reordenamiento y desarrollo urbanístico planificado de Boulogne.
Prevé, entre otros aspectos no menos importantes, la reformulación del área central de esa ciudad, una estación de transferencia de pasajeros, un amplio espacio y pulmón verde -de ocho hectáreas- para el esparcimiento y la recreación de los vecinos, junto con un nuevo campo de deportes para la comunidad. Debe sumarse, además, la apertura y pavimentación de calles de vinculación entre Boulogne y Villa Adelina y la urbanización de villas y asentamientos en la zona de los antiguos talleres ferroviarios de la localidad y la remodelación de la agencia local de la AFIP –cuyas obras están en proceso licitatorio-, sectores de estacionamiento, etc.
Como toda obra de tamaña magnitud, el ritmo de los trabajos va alterando el paisaje urbano a diario, nada menos que en el “corazón” mismo de esa ciudad sanisidrense y su importante comercial, aledaño s la estación ferroviaria, a la que confluyen –además- numerosas líneas del transporte colectivo de pasajeros.
El avance de las tareas es cada vez más palpable. Ya se ha completado la construcción de los 86 pilotes, 22 de ellos en zonas de vías, que sostendrán los 4 puentes ferroviarios y los dos puentes carreteros que tiene el complejo vial. Estos últimos estarán ubicados a la altura de las calles Piedrabuena y su continuación Lebensohn (en la avenida Avenida Rolón, como se denomina ahí la Ruta Provincial 4, las arterias cambian de denominación) y Scalabrini Ortíz – Figueroa Alcorta en su empalme con Yatay.
Se está trabajando ahora en las vigas-dintel, que encadenarán los pilotes –de hormigón de 15 metros de largo, 60 centímetros de diámetro y armadura interior de acero-
que sostendrán los puentes. Se trabaja en ello tanto en zona de vías como fuera de ella.
Los puentes ferroviarios también ya se han construido y aguardan, por el momento, a poca distancia del epicentro de las obra, la conclusión de otros trabajos para ser ubicados en su lugar definitivo.
Mientras tanto, en lo que será la traza del túnel vehicular con cruces carreteros, prosiguen los trabajos de remoción y traslado del tendido de diversos servicios públicos, como los de corriente eléctrica –incluyendo una red de alta tensión ferroviaria de la empresa TBA que abastece a un ramal del Mitre que circula por San Martín y luego ingresa a San Isidro en forma paralela al río Reconquista con destino a la estación Bancalari-; gas y agua corriente, desagües, telefonía, televisión por cable y fibra óptica.
Al mismo tiempo, se ha avanzado mucho en la construcción de la estación de bombeo que tendrá el túnel para impedir su anegamiento por efecto de las agua pluviales. Esto, que parece sencillo, no deja de ser en si misma otra obra de cierta complejidad. No se trata sólo de un pequeño recinto, que contendrá bombas de extracción de líquidos. Además de ello, comprende un espacio o repositorio -que alcanzará los 25 metros de profundidad- con capacidad de contener unos 250 metros cúbicos de agua o su equivalente de 250.000 litros.
Ello es simplemente una muestra de los niveles de seguridad previstos para este gran viaducto, que es el paso inicial para el reordenamiento y desarrollo urbanístico de esa ciudad sanisidrense.
Cuando muchos de los trabajos antes mencionados hayan concluido, aunque en un tiempo cada vez más cercano, comenzará otra etapa ineludible para poder iniciar la excavación del tunel vehicular: la de desmontar el puente metálico que hoy permite sortear las vías sobre la avenida Rolón.
Con ello, darán comienzo los desvíos de tránsito a que obligará la obra. Es de recordar que las autoridades municipales ya acordaron un diagrama tanto con Autopistas del Sol así como también con el vecino partido de General San Martín.
En tal sentido, el tránsito –especialmente el de vehículos pesados- será desviado, a la altura de San Martín, por la ruta 8 hacia el Camino del Buen Ayre, donde empalmará con la Panamericana.
En sentido Este-Oeste, el tránsito se canalizará a la inversa (Camino del Buen Ayre-Ruta 8), así como también para vehículos livianos, por Panamericana-Camino Real Morón a San Fernando.
Prevé, entre otros aspectos no menos importantes, la reformulación del área central de esa ciudad, una estación de transferencia de pasajeros, un amplio espacio y pulmón verde -de ocho hectáreas- para el esparcimiento y la recreación de los vecinos, junto con un nuevo campo de deportes para la comunidad. Debe sumarse, además, la apertura y pavimentación de calles de vinculación entre Boulogne y Villa Adelina y la urbanización de villas y asentamientos en la zona de los antiguos talleres ferroviarios de la localidad y la remodelación de la agencia local de la AFIP –cuyas obras están en proceso licitatorio-, sectores de estacionamiento, etc.
Como toda obra de tamaña magnitud, el ritmo de los trabajos va alterando el paisaje urbano a diario, nada menos que en el “corazón” mismo de esa ciudad sanisidrense y su importante comercial, aledaño s la estación ferroviaria, a la que confluyen –además- numerosas líneas del transporte colectivo de pasajeros.
El avance de las tareas es cada vez más palpable. Ya se ha completado la construcción de los 86 pilotes, 22 de ellos en zonas de vías, que sostendrán los 4 puentes ferroviarios y los dos puentes carreteros que tiene el complejo vial. Estos últimos estarán ubicados a la altura de las calles Piedrabuena y su continuación Lebensohn (en la avenida Avenida Rolón, como se denomina ahí la Ruta Provincial 4, las arterias cambian de denominación) y Scalabrini Ortíz – Figueroa Alcorta en su empalme con Yatay.
Se está trabajando ahora en las vigas-dintel, que encadenarán los pilotes –de hormigón de 15 metros de largo, 60 centímetros de diámetro y armadura interior de acero-
que sostendrán los puentes. Se trabaja en ello tanto en zona de vías como fuera de ella.
Los puentes ferroviarios también ya se han construido y aguardan, por el momento, a poca distancia del epicentro de las obra, la conclusión de otros trabajos para ser ubicados en su lugar definitivo.
Mientras tanto, en lo que será la traza del túnel vehicular con cruces carreteros, prosiguen los trabajos de remoción y traslado del tendido de diversos servicios públicos, como los de corriente eléctrica –incluyendo una red de alta tensión ferroviaria de la empresa TBA que abastece a un ramal del Mitre que circula por San Martín y luego ingresa a San Isidro en forma paralela al río Reconquista con destino a la estación Bancalari-; gas y agua corriente, desagües, telefonía, televisión por cable y fibra óptica.
Al mismo tiempo, se ha avanzado mucho en la construcción de la estación de bombeo que tendrá el túnel para impedir su anegamiento por efecto de las agua pluviales. Esto, que parece sencillo, no deja de ser en si misma otra obra de cierta complejidad. No se trata sólo de un pequeño recinto, que contendrá bombas de extracción de líquidos. Además de ello, comprende un espacio o repositorio -que alcanzará los 25 metros de profundidad- con capacidad de contener unos 250 metros cúbicos de agua o su equivalente de 250.000 litros.
Ello es simplemente una muestra de los niveles de seguridad previstos para este gran viaducto, que es el paso inicial para el reordenamiento y desarrollo urbanístico de esa ciudad sanisidrense.
Cuando muchos de los trabajos antes mencionados hayan concluido, aunque en un tiempo cada vez más cercano, comenzará otra etapa ineludible para poder iniciar la excavación del tunel vehicular: la de desmontar el puente metálico que hoy permite sortear las vías sobre la avenida Rolón.
Con ello, darán comienzo los desvíos de tránsito a que obligará la obra. Es de recordar que las autoridades municipales ya acordaron un diagrama tanto con Autopistas del Sol así como también con el vecino partido de General San Martín.
En tal sentido, el tránsito –especialmente el de vehículos pesados- será desviado, a la altura de San Martín, por la ruta 8 hacia el Camino del Buen Ayre, donde empalmará con la Panamericana.
En sentido Este-Oeste, el tránsito se canalizará a la inversa (Camino del Buen Ayre-Ruta 8), así como también para vehículos livianos, por Panamericana-Camino Real Morón a San Fernando.
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