Tradicional corte de cintas para inaugurar el nuevo edifico del Jardín
“Estamos concentrados en un cambio a partir de la educación, que empieza desde la etapa del jardín maternal, así que estamos muy contentos”, enfatizó esta mañana el intendente de San Isidro, doctor Gustavo Posse, al inaugurar el nuevo edificio del Jardín de Infantes Santo Domingo Savio, en Avenida Rolón 1370, Beccar.
Para concretar esta obra aunaron sus esfuerzos la Municipalidad de San Isidro, que cedió los terrenos, y la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, quien financió este proyecto.
Durante la ceremonia, el jefe comunal añadió: “Hace doce años compramos estas tierras - que eran del Estado Nacional - para tener un plan propio. Hoy, parte del plan, es el Centro de Atención Primaria que está a metros de este jardín, la comisaría ubicada en frente y los centros educativos del barrio. Por eso, lo importante es haber podido donar y escriturar este lugar a nombre del Obispado para que junto a la Fundación Fortabat se pudiera concretar la creación de este jardín maternal y de infantes que hoy estamos inaugurando”.
“La gente de este barrio es positiva, busca luchar por la educación, por un cambio y nosotros desde el Estado tenemos que hacer todo lo posible y lo imposible para estar a la altura del esfuerzo de ellos”, remató Posse.
Así, el flamante edifico, perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora de La Cava albergará a más de 300 chicos.
El arquitecto Joaquín Casano dijo que el establecimiento cuenta con una superficie de 1300 metros cubiertos, nueve aulas, cuatro en planta baja, donde funcionará el jardín maternal, y cinco en planta alta, espacio destinado a los infantes.
Por su parte, el ingeniero del proyecto, Juan José Briozzo, comentó: “Para nosotros es una alegría enorme por la función que este jardín cumplirá dentro del barrio. Brindará contención, alimentos y, fundamentalmente, liberará a las familias de los niños para que puedan ir a trabajar”.
En tanto, el párroco de Nuestra Señora de la Cava, Emilio Gabrielli, levantando una imagen con cuatro manos entrelazadas, un cielo y tierra verde, exclamó: “¡Esas manos, que representan a la parroquia, el barrio, lo público y lo privado, hicieron posible esta obra de Dios. Todos queremos construir una sociedad más inclusiva y una mejor educación!”.
Por otro lado, el principal articulador de esta obra, el ahora obispo emérito monseñor Casaretto, repasó cómo se llegó a concretar este proyecto. “Era necesario construir un Jardín de Infantes para avanzar con la educación digna de los chicos de este barrio. Afortunadamente, el municipio de San Isidro rápidamente se dispuso a ceder el terreno y luego fue a solicitarle ayuda a Amalia Fortabat, quien también tuvo la mejor predisposición”.
Mientras tanto, en nombre de la familia Fortabat, el nieto de Amalia, Alejandro Bengolea, señaló: “Es un momento muy especial, porque estamos hoy aquí por mi abuela, quien lo dejó pedido por escrito. Por cierto, esta obra me recuerda algunos aspectos de cómo era Amalia y su forma de dar. Porque, si bien ella era la que daba, nos hacía sentir que todos los hacíamos. Tenía un dar generoso del que todos nos sentíamos parte”.
Momentos después, los obispos Oscar Ojea y Jorge Casaretto, el intendente de San Isidro, y la directora del colegio Santo Domingo Savio, Ana María Cerquetti, cortaron las cintas a la entrada del jardín para que el nuevo edificio quede formalmente inaugurado.
Tras descubrir placas que saludaban al establecimiento educativo, el obispo Oscar Ojea bendijo el jardín con una oración. Y así, felizmente, todos los presentes recorrieron las instalaciones del lugar.
Participaron de la ceremonia Inés de la Fuente, presidenta de la Fundación Fortabat y el fundador de Red Solidaria, Juan Carr.
Así como también, el director Provincial de Gestión Privada, Lic. Néstor Ribet, la Directota Técnico Pedagógica de DIPREGEP, Perla Agosti, la inspectora jefe de DIPREGEP de la Región VI, Lic. Mónica Seal, además del consejero escolar, Guido Alvarado y el concejal sanisidrense, Jorge Álvarez.
También, representantes de entidades intermedias, autoridades municipales, invitados especiales, vecinos, padres y familiares de los alumnos.
Para concretar esta obra aunaron sus esfuerzos la Municipalidad de San Isidro, que cedió los terrenos, y la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, quien financió este proyecto.
Durante la ceremonia, el jefe comunal añadió: “Hace doce años compramos estas tierras - que eran del Estado Nacional - para tener un plan propio. Hoy, parte del plan, es el Centro de Atención Primaria que está a metros de este jardín, la comisaría ubicada en frente y los centros educativos del barrio. Por eso, lo importante es haber podido donar y escriturar este lugar a nombre del Obispado para que junto a la Fundación Fortabat se pudiera concretar la creación de este jardín maternal y de infantes que hoy estamos inaugurando”.
“La gente de este barrio es positiva, busca luchar por la educación, por un cambio y nosotros desde el Estado tenemos que hacer todo lo posible y lo imposible para estar a la altura del esfuerzo de ellos”, remató Posse.
Así, el flamante edifico, perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora de La Cava albergará a más de 300 chicos.
El arquitecto Joaquín Casano dijo que el establecimiento cuenta con una superficie de 1300 metros cubiertos, nueve aulas, cuatro en planta baja, donde funcionará el jardín maternal, y cinco en planta alta, espacio destinado a los infantes.
Por su parte, el ingeniero del proyecto, Juan José Briozzo, comentó: “Para nosotros es una alegría enorme por la función que este jardín cumplirá dentro del barrio. Brindará contención, alimentos y, fundamentalmente, liberará a las familias de los niños para que puedan ir a trabajar”.
En tanto, el párroco de Nuestra Señora de la Cava, Emilio Gabrielli, levantando una imagen con cuatro manos entrelazadas, un cielo y tierra verde, exclamó: “¡Esas manos, que representan a la parroquia, el barrio, lo público y lo privado, hicieron posible esta obra de Dios. Todos queremos construir una sociedad más inclusiva y una mejor educación!”.
Por otro lado, el principal articulador de esta obra, el ahora obispo emérito monseñor Casaretto, repasó cómo se llegó a concretar este proyecto. “Era necesario construir un Jardín de Infantes para avanzar con la educación digna de los chicos de este barrio. Afortunadamente, el municipio de San Isidro rápidamente se dispuso a ceder el terreno y luego fue a solicitarle ayuda a Amalia Fortabat, quien también tuvo la mejor predisposición”.
Posse descubriendo una de las placas alusivas
Mientras tanto, en nombre de la familia Fortabat, el nieto de Amalia, Alejandro Bengolea, señaló: “Es un momento muy especial, porque estamos hoy aquí por mi abuela, quien lo dejó pedido por escrito. Por cierto, esta obra me recuerda algunos aspectos de cómo era Amalia y su forma de dar. Porque, si bien ella era la que daba, nos hacía sentir que todos los hacíamos. Tenía un dar generoso del que todos nos sentíamos parte”.
Momentos después, los obispos Oscar Ojea y Jorge Casaretto, el intendente de San Isidro, y la directora del colegio Santo Domingo Savio, Ana María Cerquetti, cortaron las cintas a la entrada del jardín para que el nuevo edificio quede formalmente inaugurado.
Tras descubrir placas que saludaban al establecimiento educativo, el obispo Oscar Ojea bendijo el jardín con una oración. Y así, felizmente, todos los presentes recorrieron las instalaciones del lugar.
Participaron de la ceremonia Inés de la Fuente, presidenta de la Fundación Fortabat y el fundador de Red Solidaria, Juan Carr.
Así como también, el director Provincial de Gestión Privada, Lic. Néstor Ribet, la Directota Técnico Pedagógica de DIPREGEP, Perla Agosti, la inspectora jefe de DIPREGEP de la Región VI, Lic. Mónica Seal, además del consejero escolar, Guido Alvarado y el concejal sanisidrense, Jorge Álvarez.
También, representantes de entidades intermedias, autoridades municipales, invitados especiales, vecinos, padres y familiares de los alumnos.
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