diciembre 19, 2007

HOMENAJE A LA MEMORIA DE JUAN ALFONSO CARRIZO



A 50 años exactos de su desaparición, se realizó ayer un homenaje a Juan Alfonso Carrizo, investigador de tradiciones, recopilador de cancioneros del noroeste y educador, fallecido a los 72 años el 18 de diciembre de 1957, en su hogar de la calle Uriburu 429, Beccar.

El acto fue organizado en la Casa Museo de Alfaro, de Ituzaingó 557, San Isidro, por la Comisión de Homenaje presidida por Olga Fernández Latour de Botas.

El salón quedó colmado, observándose la presencia, entre otros, de la presidenta del Concejo Deliberante de San Isidro, Rita Kuzis y del presidente de la Academia Provincial de Ciencias de San Isidro, Raúl Crespo Montes, entre otros.

La ceremonia se inició con el trazado de una semblanza familiar, hecha por su sobrino nieto Fernando Jordán, tras lo cual, la vicepresidenta de la Comisión de Homenaje, Clara Nougués de Monsegur aludió a la tarea emprendida por Carrizo y su esposa Pichu en el recupero del cancionero popular argentino.

A continuación, Olga Fernández Latour expuso sobre la constante de la Navidad, en la obra de Carrizo aspecto que fue reforzado luego por el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, al presentar su trabajo sobre “El villancico en nuestros académicos poetas.

El homenaje finalizó con la actuación de los cantantes folclóricos Guillermina Beccar Varela y Robustiano Figueroa Reyes y la presentación de la reedición de “Cuaderno de villancicos de Navidad” del autor fallecido.

Carrizo había nacido en el pueblo de San Antonio de Piedra Blanca (actualmente Fray Mamerto Esquiú), provincia de Catamarca, el 15 de febrero de 1895 y su primera publicación fue el Cancionero Popular de Catamarca, en 1926, recopilación de 156 romances y canciones, en su mayoría escrita en décimas y 1477 coplas de rimas infantiles.

Luego recopiló y editó cancioneros populares de Salta, Tucumán y había anotado el compilado del Dr. Orestes Di Lullo, sobre el cancionero de Santiago del Estero.
En 1943 fue designado director del flamante Instituto Nacional de la Tradición y en 1954 publicó, quizá, su mayor obra: “Historia del Folklore Argentino”.

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