Con motivo de recordar a Matías Berardi, el adolescente que fue secuestrado y asesinado en un descampado del partido de Campana el 23 de septiembre pasado, la Red Solidaria y los padres del joven organizaron una maratón que se llevó a cabo ayer.
Antes del comienzo de la carrera multitudinaria, el padre de Matías, Juan Pablo Berardi, expresó que “es conmovedor sentir que tanta gente nos apoya, además de aquella que vive nuestra situación; la idea es sacar algo positivo de lo que pasó”. Por su parte, la mamá, María Inés, señaló que “nosotros no adherimos a ningún partido político, nuestra política es la solidaridad y cambiar una sociedad”.
Según la organización, fue la maratón mas corta del mundo, ya que tuvo una distancia de 300 metros, que fue lo que corrió Matías Berardi por su vida en busca de la ayuda que finalmente no encontró. El certamen solidario se realizó sobre la avenida Santa Fe, entre Av. de la Unidad Nacional y Urquiza, Acassuso.
Los organizadores agradecieron a la Municipalidad de San Isidro haber podido realizar la prueba en el lugar, ante la imposibilidad de concretarla en otro sitio.
De la iniciativa participaron familiares, compañeros de colegio del joven secuestrado y asesinado, vecinos, representantes de entidades intermedias, concejales y funcionarios de la Municipalidad de San Isidro. Entre ellos el secretario de Integración Comunitaria, Arturo Flier. Todos llevaron un paquete de leche en polvo y vistieron una remera blanca.
A continuación se detallan las objetivos alcanzados: 300 dadores de sangre para el hospital de niños Ricardo Gutierrez, 300 dadores de médula ósea para el banco de médula ósea del Incucai; 300 juguetes bélicos que serán transformados en pelotas o libros, 300 libros para una biblioteca; 300 cajas de leche en polvo; 300 mochilas con útiles escolares; 300 árboles autóctonos plantados; 300 poetas y 300 ideas de "doná un día de tu vida".
La historia de Matías Berardi comenzó la madrugada del martes 21 de septiembre luego de que el joven había ido a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos, se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Maschwitz, donde hay una estación de servicio para luego tomarse otro transporte que lo llevaría a su casa en un country de Pilar.
Matías se bajó de la combi a las 5.30 de la mañana y a las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo.
La primera llamada la hizo el propio Matías, que no estaba asustado, y les dijo a sus padres que había sido secuestrado.
Luego se supo que permaneció secuestrado en la calle Sarmiento 407 de Benavidez, Partido de Tigre, de donde logró fugarse brevemente y recorrió 300 metros buscando ayuda y solidaridad de vecinos, algo que no encontró y fue recapturado.
Luego, el joven apareció ejecutado de un balazo en la espalda en un descampado de Campana.
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