El Obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto y el intendente de San Isidro, doctor Gustavo Posse, presidirán la ceremonia en la que se inaugurará una estatua en memoria de la Venerable “Sor Camila Rolón”.
El acto tendrá lugar este martes 7, a las 11, en la plazoleta “Del Fundador”, ubicada en 9 de Julio y Av. del Libertador, San Isidro.
De esta manera, San Isidro rendirá homenaje a una de sus hijas más dilectas, quien hace 100 años de despidiera del pueblo sanisidrense para viajar a Roma (donde falleció en 1913), luego de realizar una fecunda labor en favor de los pobres.
Sor Camila Rolón recorre actualmente para llegar a los altares y convertirse en la primera santa nacida en nuestra patria chica.
Su vida
Camila Rolón nación en San Isidro el 18 de julio de 1842, segunda hija de Don Eusebio Rolón y de Doña María Gutiérrez
Vivía en una modesta casa de la actual calle Maipú 263 de San Isidro, aprendiendo sus primeras letras en la escuela de la virtuosa señorita Juana Rueda. Ya desde niña jugaba a ser monja.
En 1852 la familia Rolón se mudó a una casa situada en la calle Libertad entre Santa Fe y Charcas en el barrio del Socorro de Buenos Aires, en ese entonces un barrio de quintas y terrenos baldíos en las afueras de la ciudad.
A los 22 años, con el anhelado permiso de sus padres, ingresa al monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas en Buenos Aires pero enferma gravemente y tiene que abandonar el lugar 29 días después por indicación médica
En 1877 viaja con su abuela a Exaltación de la Cruz para reponer su salud, allí enseña durante 2 años catecismo a los niños y madura su proyecto de fundar una congregación de hermanas para dedicarse al cuidado de los niños pobres y los enfermos menesterosos.
En 1880, con la aprobación del arzobispo de Buenos Aires Mons. León Federico Aneiros, nacen las Hermanas Pobres de San José, y funda el primer Asilo San José de niñas en Mercedes, Provincia de Buenos Aires.
En 1881 toma los hábitos junto con sus compañeras e instala allí el noviciado, a partir de ese momento se la conocerá como Sor Camila de San José.
En 1889 inaugura el Asilo San José en Muñiz, con el apoyo de Don León Gallardo y su madre, trasladando allí la casa generalicia y el noviciado y en 1892 toma los votos perpetuos
La buena fama del bien que hacía la Congregación de Hermanas Josefinas iba esparciéndose por todo el país, y por esa razón, de varios pueblos y provincias llagaban peticiones a Sor Camila para que aceptara nuevas fundaciones, muchas veces trascendiendo los límites de la patria. En vida fundó 35 casas de su Instituto, incluyendo las de Roma, Génova y Barcelona.
En 1891 viaja por primera vez a Roma a ver al Papa León XIII, quien 2 meses después le da carácter pontificio al Instituto, y en el año 1898 su confirmación.
En 1905 funda en Roma un asilo para jóvenes en peligro, establece el noviciado romano, toman los hábitos las primeras novicias italianas, y vuelve a Buenos Aires.
En 1908 el Papa Pío X aprueba definitivamente el Instituto y un año después traslada a Roma la casa generalicia.
En 1910, a los 68 años, antes de partir en su último viaje a Roma, tal como ella presentía que no volvería, quiso despedirse del Santo Patrono de su pueblo natal, San Isidro Labrador.
La antigua Iglesia de San Isidro que ella había conocido en su niñez ya había sido reemplazada desde el año 1898 por la actual Catedral.
En 1910 viaja por última vez a Roma y en 1913 fallece de cáncer, un viejo mal, en Roma el 16 de febrero a los 71 años de edad.
Sus restos mortales llegan a Buenos Aires el 22 de marzo, son velados en la Catedral Metropolitana y trasladados definitivamente a Muñiz el 26 de marzo de ese año.
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