En una mañana espléndida de sol, digna de ser aprovechada al aire libre, se llevó a cabo ayer domingo 5, desde las 10 en el Paseo de Bicicletas junto al Hipódromo de San Isidro una jornada organizada por la Comisión de Pastoral Familiar de la Diócesis de San Isidro.
Recorriendo el paseo, el obispo coadjutor, Monseñor Oscar Ojea, llevó en sus manos la imagen del niño Jesús que la gente a su paso besó, al tiempo que recibió una bendición del prelado.
Simultáneamente, voluntarios de Pastoral Familiar -encabezados por Guillermo y Andrea Barberis, titulares de la comisión diocesana- facilitaron a los paseantes la posibilidad de depositar intenciones en urnas especialmente preparadas y por las cuales se rezará en esta Navidad.
Acompañando las motivaciones de esta recorrida por la familia, participaron el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, su esposa, la Dra. María Fernanda Nuevo, el subsecretario de Desarrollo Social; Daniel Mon, la Directora General de Educación, María de los Ángeles Broggi, el director del Hospital Central de San Isidro, Dr. Roberto González, y el diputado provincial Dr. Horacio Desimone, entre otros funcionarios.
Finalizando la caminata y junto a un altar con la imagen de Nuestra Señora de Schoenstatt, construido por integrantes del movimiento scout, el obispo Ojea realizó una reflexión diciendo que "Hemos querido significar la vida misma que trae Jesús que se mete en nuestros espacios, como este espacio que disfrutamos para recuperar energía, para tomar aire, tomar sol, para caminar.”
"La Iglesia está especialmente empeñada en este año de la vida en destacar su dignidad y en afirmar su grandeza. La vida es un don y es un tesoro extraordinario", sostuvo.
"Y, de la misma manera en que decimos que cuando tenemos algo valioso, decimos que es algo fino, también la vida es muy fina, es vulnerable, fácilmente puede ser puesta en los límites. Y es tan frágil que puede ser humillada, pisoteada, manipulada, puede ser deshonrada en su dignidad", manifestó.
"Y esta vida, que es don de Dios, puede ser lastimada en aquellos hermanos que se destruyen a sí mismos a través de las adicciones, en el pequeño en el vientre de mamá, y en el anciano que va necesitando de otras cosas", agregó monseñor Ojea.
"Nosotros como cristianos tenemos que estar presentes en todas las etapas de la vida. Sería una hipocresía defender la vida solamente en el inicio de su concepción y no defenderla en todo un camino muchas veces arduo, difícil, hasta la muerte natural”, dijo luego.
“Tenemos que cuidar nuestra vida, don de Dios, fina, frágil y ayudar a cuidar la de nuestros hermanos", concluyó monseñor. Ojea.
Por su parte el intendente de San Isidro expresó que "la decisión de la Pastoral Familiar de la diócesis es muy buena. Para nosotros es un honor que hayan elegido este paseo como representativo de un paseo de familia".
Además, refiriéndose a la reflexión de monseñor. Ojea, el Dr. Posse señaló que "el 'medicamento' (la familia) propuesto por el obispo es de amplio espectro y permite mantenerse en salud y evitar enfermedades en la comunidad".
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