septiembre 05, 2008

LOS JÓVENES Y EL COMPROMISO SOCIOPOLÍTICO


El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse (arriba) y
monseñor Jorge Lozano (abajo), exponiendo anoche durante
el debate sobre juventud y compromiso sociopolítico en el colegio Marín




En el cierre de un Seminario sobre Cultura Juvenil, hubo anoche en el Colegio Carmen Arriola de Marín (Av. del Libertador 17.115, Beccar) un interesante debate sobre “Los Jóvenes y el compromiso sociopolítico”. Contó con la presencia y el aporte reflexivo del responsable de la Pastoral Juventud de la Comisión Episcopal de Laicos y Familia de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Jorge Lozano, y del intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse.

El encuentro, organizado por el Centro de Estudios Familiares del Centro de Invesrtigación y Acción Social y la Fundación de Estudios Superiores Dr. Plácido Marín, dio comienzo el pasado miércoles, con la presentación del padre Enrique Fabbri y dos rondas de debates; “Los jóvenes, según los jóvenes” y “Los jóvenes, según los adultos”. Hubo además un panel integrado por el profesor Eduardo Cazanave, de la Fundación Proyecto Padres y los doctores Ernesto Artale –de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Hospital Naval- y Martín Cuesta, de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Ayer, en el debate sobre “los Jóvenes y el compromiso sociopolítico”, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, dejó, entre otras, las siguientes reflexiones:

“Particularmente desde los años ´90 se percibe en la juventud una desorientación producto de la falta de sentido de vida y formación en valores que los adultos no hemos sabido transmitirles debidamente, tomados por la angustia muchas veces, de no saber como sostener a nuestras familias como consecuencia de las recurrentes crisis que hemos vivido en nuestro país”, dijo.

“Es así como la falta de utopía de vida y liderazgos claros impactan de modo evidente en la mayor parte de la juventud, fenómeno que se da a nivel mundial”, acotó.

“La fractura social y las inquietudes de los padres por no quedar fuera del sistema contagian a los chicos una imagen adulta no deseada y muchas veces poco respetada. No por nada, están tan en boga los talleres de límites, por esta rebeldía sin sentido, este malestar”, indicó.

“La juventud no encuentra en las instituciones en general y particularmente en los partidos políticos, los canales de participación y expresión que tradicionalmente ofrecían”, subrayó el jefe comunal.

“La Iglesia ve decrecer las vocaciones, la Justicia no encuentra la misma actitud de soñar con ser jueces por parte de los estudiantes, en los centros de estudiantes no abundan los jóvenes con ideas independientes, las fuerzas de seguridad se nutren de quienes acuden a ellas por necesidad económica antes que por vocación, etc.”, añadió,

“Es preciso adecuar las estructuras para facilitar la participación abierta, desarrollar liderazgos horizontales basados en el mérito antes que en la negociación dirigencial y la mediatización fabulosa de la actividad política que dejan vacíos a los locales partidarios y organizaciones de base”, sostuvo Posse.

“La revalorización de las actividades solidarias en los jóvenes son bienvenidas y obran como compensación a la crisis de los partidos tradicionales”, remarcó.

“El liderazgo político se ha visto como el principal devaluado porque tradicionalmente en un sistema democrático, ha sido la política la principal responsable de brindar un horizonte de vida a la sociedad en términos de seguridad, trabajo, salud, etc.”, explicó el intendente sanisidrense.

“Resulta hoy dificultosa la construcción de liderazgos confiables debido no sólo a sus mecanismos de elección, sino también a la falta de propuestas convocantes o movilizadoras”, enfatizó Posse en otro momento de la charla.

“El idealismo resulta una constante que acompaña a la juventud de todas las épocas, aún en tiempos de supuesta apatía como el actual”, agregó. “Tal idealismo encuentra hoy obstáculos para transformarse en propuestas concretas como para encontrar vías de canalización”, remarcó.

“La juventud de todas las épocas, con sus diferentes matices expresa una crítica al sistema tanto desde la acción como desde la apatía. Hoy se ven como las primeras víctimas de la exclusión tanto por formar parte de la primera fila de desempleados; por ser destinatarios privilegiados de la influencia superficial y consumista de los medios de comunicación; como por carecer de caminos claros para cumplir un mandato difícilmente aplicable hoy: la movilidad social ascendente, es decir, que los hijos superen a sus padres en calidad de vida y preparación personal”, resaltó Posse.

Para el jefe comunal “el desafío de los jóvenes actuales es mayúsculo: en una época en la que prima la anomia y los mensajes superfluos, encontrar las vías de crecimiento personal y formas de organización política y social que hagan posible recuperar y potenciar los rasgos de humanidad que claman por expresarse. Nuestra condición humana así lo hará posible”.

“El Estado por su parte, se une a la familia y el empleo como fuente de inseguridad al no poder brindar siquiera garantías sobre vidas y bienes ni sanción debida a quienes violen el contrato social expresado a través de leyes”, precisó en otro momento del debate.

“Todo es materia de consumo, no sólo de productos sino también de vínculos y si no sirven se tiran. El placer se mide por sensaciones y no por realizaciones. La juventud no cuenta hoy con verdades dadas. Desde el Estado como desde la sociedad civil, se debe promover un debate amplio sobre políticas focalizadas en la juventud”, enfatizó.

“En conclusión: Lo que está en cuestión es el mismo contrato social. El desafío incluye pero excede largamente las posibilidades de un municipio desde el cual se puede aportar pero nunca será suficiente porque hay una crisis de civilización a nivel mundial”, dijo Posse.

“En San Isidro trabajamos fuertemente sobre la educación pública con talleres extraprogramáticos procurando la igualdad de oportunidades para todos los chicos y jóvenes, apoyamos también a la educación privada en aspectos estructurales, contamos con el Instituto Municipal para la formación de los jóvenes en oficios, la Casa de la Juventud es pionera en el país como ámbito de contención y educación de los jóvenes, programas específicos como el de Comunidades Vulnerables orientado a la prevención y reinserción social de jóvenes sin estudio ni trabajo con riesgo de delinquir, los campos de deportes, limitaciones a la instalación de videojuegos o bingos, la prohibición de venta de alcohol y pegamentos con tolueno a menores para evitar que caigan en el vicio, son algunos de los ítems sobre los que San Isidro trabaja fuertemente en pro de la calidad de vida de nuestros jóvenes”, destacó el jefe comunal.

“Desde los ámbitos nacionales y provinciales se hace preciso complementar la acción local encarando políticas focalizadas en la juventud que al mismo tiempo se conjuguen con otras que incluyan a sus progenitores, desarrollando líneas de acción concretas en pos de la promoción de la familia antes que limitarse a su mera defensa; si no difundimos una genuina educación cívica que revalorice el rol del ciudadano y sus plenos derechos y obligaciones, universalizando la educación la que debe tanto capacitar para el mundo del trabajo como socializar en valores comunes y trabajar en la construcción de afectos y la solidaridad entre pares; si no creamos empleos que sean social y no sólo productivamente útiles; si no hacemos imperar la ley desde los mínimos actos de corrupción civil y policial, hasta la lucha decidida contra el tráfico de armas y drogas; si no generamos políticas preventivas serias y sostenidas en el tiempo antes que meros ocasionales golpes de efecto, terminaremos legitimando la idea de que no existe futuro tal como planteaba la película “La Naranja Mecánica”, sostuvo.

“El presente siglo nos confronta a un necesario cuestionamiento como civilización motivándonos a preguntarnos acerca de nuestros objetivos como sociedad y especie humana, planteándonos caminos distintos de desarrollo que prioricen aspectos humanos antes que materiales”, señaló.

“Ninguna sociedad se suicida, el hombre necesariamente organiza su presente con sentido de trascendencia. Cuando el futuro es nebuloso como el actual, debido a los fuertes cambios estructurales que en el mundo se suceden, es preciso recuperar el sentido de la marcha social, mirando hacia atrás y reconociendo de donde venimos: de la comunidad, de la familia, de los valores, del humanismo, del crecimiento personal y social, de la solidaridad, los que aunque parezcan perimidos pertenecen a nuestra esencia como seres humanos”, concluyó Gustavo Posse.

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