Además de nado, hubo exhibiciones de windsurf y kayacsCon la presencia de familiares de los jóvenes colonos se realizaron esta tarde competencias y exhibiciones que dieron marco a los festejos por el próximo cierre de la temporada de colonia juvenil "Rumbo: la aventura" en el Club Náutico Municipal, organizada, como es habitual, por la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de San Isidro.
En la forma de un pentatlón original los colonos de 13 a 17 años de edad, mostraron a familiares, parientes y amigos lo aprendido en actividades náuticas durante la temporada.
Desde la orilla, se pudo observar como los jóvenes aprendieron a dominar el kayac, las tablas de windsurf y los veleros, demostrando un total manejo de estas embarcaciones sobre las aguas del Río de la Plata.
El programa "Rumbo La Aventura" se realiza desde hace diez años y en esta temporada tuvo 180 alumnos inscriptos para las clases de enero y otras tantas para febrero
Para poder participar de este programa, abierto tanto para varones como para mujeres de entre 13 y 18 años, los interesados deben rendir una prueba de nivel consistente en 300 metros de nado, 2 minutos de flotación vertical y 15 minutos de trabajos subacuáticos.
El desarrollo de las clases de realiza de lunes a viernes en la costa del Río del Plata, frente a las instalaciones del Club Náutico Municipal, con embarcaciones prestadas por el Club Náutico San Isidro y apoyo de la Prefectura Naval Argentina.
A finalizar las clases los alumnos adquieren un total dominio en los kayacs, tablas de windsurf y embarcaciones a vela, ya que participan de todas estas especialidades náuticas.
Durante el invierno -de marzo a noviembre- el Programa "Rumbo La Aventura" continúa desarrollándose con clases para alumnos de categoría inicial o avanzado, con prácticas los martes, jueves y sábados.
El Pentatlon
Fue una demostración donde se privilegió el trabajo en equipo. Las pruebas encadenadas, con el pase de la posta o "testimonio", comenzaron con la prueba de nado, 200 metros combinado, libre.
Cubierta la distancia, los nadadores salieron de la pileta y corrieron una distancia de 100 metros hasta la costa donde eran aguardados los kayaquistas que oficiaron de "enlaces" con los competidores en el resto de las pruebas.
En efecto, una vez que recibieron los testimonios, pusieron rumbo a los veleros (clases H19, "Boomerang" y Alpha 26) que aguardaban río afuera para iniciar la prueba.
Completada la vuelta, los veleros regresaron a su punto de partida donde esperaron los kayaks para recibir la posta y regresar a la costa donde, a su vez, esperaban los windusrfistas. Estos, aprovechando el viento este-sudeste, realizaron su demostración (dos vueltas de costa a boya) y entregaron el testimonio a quienes cerraron la fiesta atlética y deportiva con una carrera de fondo por los campos del náutico.
Con el aplauso de la concurrencia, el director de la colonia procedió a la entrega de los diplomas a ganadores y participantes. Todo, bajo el sol radiante de la tarde veraniega.
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