junio 07, 2007

LA URBANIZACIÓN DE ASENTAMIENTOS CON INTEGRACIÓN SOCIAL ES POSIBLE, DICE POSSE


A partir de reclamos de urbanización de villas en el ámbito de la Capital Federal, distintos medios de comunicación han puesto la mirada en San Isidro como ejemplo de solución a esa problemática. Numerosas emisoras radiales y medios escritos nacionales en las últimas horas han consultado al respecto al intendente sanisidrensa acerca de cómo se abordó en el distrito la cuestión y los resultados que se han obtenido. Al respecto, el Dr. Gustavo Posse, mantuvo esta mañana una entrevista con el conductor del “El Oro y el Moro”, Oscar González Oro, por Radio 10 (AM 710), durante la cual el jefe comunal se explayó ampliamente sobre el tema.

En la oportunidad, se registró el siguiente diálogo entre el periodista radial y el intentente Posse:

OSCAR GONZÁLEZ ORO: Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, buen día. Cómo anda.
GUSTAVO POSSE. Buen día. Un gusto hablarle y feliz día.
OGO: Muchísimas gracias ¿Cómo está San Isidro? ¿Lindo? Un día... ¿Hay niebla ahí?
GP: Otoño, otoño. Con caída de hojas, con color de otoño. Las hojas tienen colores distintos de acuerdo a los de los árboles, pero bueno, más trabajo para el municipio pero es característico del momento.
OGO: Usted sabe que en las últimas semanas hablábamos con los tres candidatos a intendente con mayores posibilidades para Jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, con Telerman, con Filmus, con Macri y uno de los temas era qué se va a hacer con las villas de emergencia, con esta gente que está viviendo en condiciones infrahumanas. Y algunos decían que había que incluirlas en el sistema, que había que urbanizar y yo cada vez que me decían eso, pensaba en usted porque se puede. Concretamente se puede. Usted está urbanizando una de las villas más famosas del Gran Buenos Aires, que era La Cava.
GP: Cuando el Papa Juan Pablo II vino por primera vez a Sudamérica él quiso conocer La Cava. Lo primero que pidió fue eso, en el año 80/81; todavía no había llegado la democracia a la Argentina. Y en aquel momento llegó a tener 32.000 habitantes. Hoy son 8300, lo cual significa que no hay, como si hubo antes, políticas que abusan de nuestros compatriotas trayéndolos desde las provincias, bajo el engaño que hay vivienda y trabajo, aprovechando problemas climáticos en otros lugares. Se puede tener una política del suelo que permita que cuando hay un plan, como el caso del plan actual de la Presidencia de la Nación -el Plan Federal de Viviendas-, se pueda hacer viviendas, se pueda hacer con la constructora apertura de calles que tengan el mismo ancho. Es decir, uno va con el auto, llega a una villa en cualquier lado, ¿con qué se choca? Con casillas después de un pasillo, en el mejor de los casos ve un pasaje. Bueno, si uno llega adonde era una villa y la calle sigue tal cual y más adelante encuentra una arteria principal y encuentra un centro educativo; encuentra un servicio religioso, encuentra un centro de salud. Nunca más va a recordar que ahí hubo una villa de emergencia. En tal caso, a uno le va hasta a gustar que está bien hecho la uniformidad de las viviendas, todas, cada una a su parcela y todas frentistas a una calle. Lo cual culturalmente es un avance enorme.
OGO: Cuéntele a la gente, Posse, que nos está escuchando en todo el país, ¿cómo hizo?, ¿cómo se hizo?, ¿cómo se empezó?
GP: Primero, que los anteriores intendentes fueron buenos. En el caso de mi padre, él era médico pediatra, médico sanitarista, cubrió lo social. La tasa de mortalidad infantil, a la salida de los años 80 era altísima, era el 18 por 1000 y hoy estamos en una tasa del 7.7 por mil lo cual es de lo más alto que hay en niveles de salud y de lo más bajo en mortalidad infantil que hay en toda Sudamérica.

Pero, además, eso nos permitió tener baja densidad. Culturalmente, producir acuerdos sociales con los vecinos del lugar que nos dieran aviso cuando ocurría que alguien podía usurpar un sector nuevo porque el vecino tiene internalizado que cada vez que se suma alguien a una villa se imposibilita la solución futura. Entonces tuvimos suelo y al tener suelo pudimos hacer esto que hoy es, a partir del plan de Censo Cerrado nadie ingresaba más. Se censó, se cerró el censo en junio del año 2001 y cuando ingresó el plan del Presidente Kirchner nosotros estábamos en perfectas condiciones para poder aprovecharlo al máximo.
OGO: Lo mismo se hizo con el que estaba atrás de La Horqueta. No me acuerdo cómo se llamaba…
GP: Bueno; muy bien. Exacto. Usted lo conoce porque aparte es antiguo vecino de esa zona. Eso era lo que se llamaba La Horquilla. Era así la villa. Bueno, cada villa debe ser atendida como un mundo distinto. Hay lugares donde la tierra es fiscal, hay lugares donde la tierra es privada y fue usurpada, hay lugares con expropiaciones pendientes. En este caso era una tierra donde una señora hace muchísimos años había dado en alquiler casillas, muere la señora y lo que terminó ocurriendo es que se formó esa villa de La Horqueta. Hoy Boulogne y La Horqueta no la tienen más porque se aplicó con los vecinos de dentro y los de alrededor de la villa, con la subcomisión que se formó con la Junta Vecinal de La Horqueta y de Boulogne, una política por la cual se acordó poder comprarles viviendas en otros lugares. Muchos eligieron mejores viviendas, las mejores viviendas en sus provincias, en su lugar de origen y hoy viven un momento muy, muy bueno y la tierra después se vendió. ¿Hoy que se está haciendo en el lugar? Se están construyendo casas como en cualquier barrio. Lo cual significa que es un proceso de integración muy, muy fuerte. Siguen siendo de alguna manera vecinos de San Isidro aunque vivan en otros lugares porque están priorizados en los hospitales, priorizados en las escuelas, pero terminó la indignidad de ser sometidos para siempre en una villa. En esos casos lo que se hizo fue que cada una de las viviendas que ocupaban nuevamente en cada uno de esos lugares, viviendas, ya de casas estamos hablando, elegían en qué lugar poder ir a vivir, lógicamente con precios lógicos que habían sido tabulados en aquel momento en el Concejo Deliberante, que en aquella época era más barato que construir vivienda social o monoblock.
Lo que nos dio como resultado eso es que todos los vecinos de los alrededores tuvieron un crecimiento inmobiliario, un proceso de integración muy, muy fuerte. Con lo cual digo, el Plan Federal es una gran solución, hay que tener políticas de suelos, son 263.000 viviendas a lo largo de todo el país. Nosotros, además y siguiendo esa misma experiencia estamos delante de un proceso político muy, muy lindo que es que no hay adjudicación, no hay cupos políticos en la entrega de la vivienda. La vivienda tiene una mesa de integración con la Iglesia, con ONG de los vecinos de adentro de la villa, de los alrededores de la villa, porque muchas veces quien más padece la villa también es el sector medio, el sector obrero que vive alrededor. Y ellos son los que fijan quiénes son las prioridades para la entrega de cada una de las tandas de adjudicación de viviendas. Si seguimos, en dos años y fracción, supongamos, no queda más ni la villa La Cava ni las villas de los alrededores...
OGO: Sí, esto demuestra, Posse, ¿sabe qué, Gustavo? Que pensando se encuentran este tipo de soluciones, conversando con los vecinos, con los mismos integrantes de La Cava, con las asociaciones intermedias, con la Iglesia, un acuerdo social. Y no es necesario pasar topadoras y esas estupideces.
GP: Hay que tener firmeza en el sentido de que no puede haber más villas. En eso el Estado debe ser firme y hay que tener firmeza respecto de... es decir, sostener ese acuerdo social de no permitir que aumenten las villas porque si aumentan y la densidad es muy alta después hay que construir monoblocks y los monoblocks son los “Fuertes Apaches” que ya fracasaron.
OGO: ¿La Cava está totalmente urbanizada ya o falta parte todavía?
GP: La Cava se sigue abriendo... En este momento está en un cuarenta y pico por ciento de su construcción, con casi una total apertura de todas sus calles. A medida de que avance la obra sigue la apertura de calles. Todas son calles de 14 metros de ancho, como cualquiera de la Capital Federal o de San Isidro, 14 de línea a línea municipal, con el mismo cordón cuneta, con el mismo tipo de veredas, con parquización, etcétera.
OGO: ¿Cómo son las casitas?
GP: Las casas son totalmente de material, con un nivel de construcción muy alto, con buena calidad. Hay un criterio en la adjudicación, que es el criterio de sustentabilidad. Todos esos vecinos hay que ayudarlos a pasar de la cultura de la villa a la cultura del propietario. Pagarán tarifas sociales, tienen que pagar la luz, el gas, la cuota de la vivienda al Instituto de la Vivienda, etcétera. Estamos ayudándolos en eso.
OGO: Está muy bien. Gustavo Posse, a mí me encanta escuchar esto, que haya un barrio como era La Cava y que ahora tengo un centro de salud, un centro religioso, sea cual sea, una escuela, que la gente tiene luz y no está colgada, que paga, como dice usted una tarifa preferencial pero paga una pequeña cantidad de dinero. A mí me parece que eso ayuda mucho más que cualquier otra solución que se le ocurra a alguien.
GP: Y que ese modelo por suerte lo van tomando muchos municipios y muchas provincias para que a lo largo de las doscientas setenta y pico de mil viviendas que están en ejecución y en proyección a lo largo de todo el país con el Plan Federal de Nación, eso es posible y que es posible una nueva matriz social para aquel que está en condición de villa pueda estar en condición de argentino en igualdad con todos.
OGO: Cuénteme por último cómo están los vecinos de La Cava, el que ya tiene la casita. ¿Cómo lo ve?
GP: Y bueno, están en una transición muy fuerte porque algunos tal vez nunca ni ellos ni sus padres habían vivido en la casa pero como leía ahí en muchos diarios, muchos dicen "yo vivía en un zanjón". Ahora es el desafío. Nosotros decimos, si un chico de cuatro, cinco, seis, siete años se acostumbra a vivir en una casa, que los padres trabajan, buscan trabajo como todos los argentinos, pagan los servicios y el chico va a la escuela y lucha por llegar a la Universidad, por llegar al trabajo técnico, ese chico no vuelve nunca más a una villa de emergencia.
OGO: ¿Hay asistencia social? Porque de alguna manera habrá que ayudarlos a entender esta realidad, a los que vienen, como dicen ellos, desde San Juan.
GP: Esa es la tarea que lleva adelante la Mesa de Integración con una comisión, que se llama la Comisión de Convivencia que lleva adelante junto con técnicos del municipio esta tarea fuertemente cultural. Lo de la villa, no es cuestión de pasar de la villa de cartón a la villa de cemento. Es una cuestión cultural de incorporación social.
OGO: Gustavo Posse, un abrazo grande. Felicitaciones a toda la gente de San Isidro, no solamente a usted sino a todos los que colaboraron para que este proyecto desde el 2001 a hoy esté realizándose, que ya haya casi un 50% de las villas urbanizadas, que La Horquilla no exista más. Me parece que si hay que destacar algo de su obra en San Isidro, que no debe ser poca pero no la conozco toda, seguramente es esto.
GP: Gracias y aprovecho para agradecer el hecho de que nos hayan permitido llevar adelante los proyectos a este y a tantos municipios por parte de la Secretaría de Vivienda de la Nación.

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