mayo 21, 2007

COLORIDA RECREACIÓN DE LA RECONQUISTA Y LOS SUCESOS HISTÓRICOS DE MAYO DE 1810








Numeroso público asistió ayer –domingo 20- por la tarde en los jardines del Museo Histórico Municipal "Brigadier General Juan Martín de Pueyrredon, a la recreación de los acontecimientos de la Reconquista de Buenos Aires y los sucesos de 1810. En la casona de Rivera Indarte 48, Acassuso, bajo el tibio sol de una tarde muy especial, la historiadora Amalia Lagos dio la bienvenida al público y fue presentando a cada una de las formaciones de la Agrupación de Recreaciones Históricas Militares Argentinas. Luego reseñó los tumultuosos tiempos de la reconquista de Buenos Aires, a la que estuvo ligado estrechamente el pueblo de San Isidro. Fueron desfilando así la Guardia Escocesa, los Blandengues de la frontera, los Corsarios de Mordeille y los Granaderos de Fernando VII.
A su vez, el director del Museo Pueyrredon, profesor Horacio Aranguren, destacó la trascendencia de muchos hombres de San Isidro en la historia argentina.

"Grito de libertad" fue un colorido espectáculo que ofrecen hombres y mujeres que rinden homenaje a los protagonistas de los albores de la Patria, con las vestimentas, las armas, las banderas y los elementos diversos de aquellos tiempos en que la nacionalidad comenzaba a forjarse. Los responsables de cada cuerpo recreacionista explicaron al público las motivaciones que los llevan a desarrollar esta tarea y destacaron la importancia de custodiar los valores, el honor y la entrega de aquellos guerreros de la historia. Posteriormente, el cuerpo de Granaderos Voluntarios de Infantería de Buenos Ayres, incorporó oficialmente a nuevos granaderos a esa agrupación.

Finalmente las tropas fueron tomando sus lugares y los jardines del museo se vieron gobernados por los movimientos, los gritos y los disparos de salva que permitieron revivir el coraje y el empeño de quienes no permitirían que el invasor se quede con lo que no le pertenecía. Cabe consignar que la Guardia Escocesa es un cuerpo ceremonial, formado, uniformado y armado en forma similar a un regimiento escocés de comienzos del siglo XIX.

Creado en 1996, tomó su nombre en 2001 al servicio de la Asociación Argentino Escocesa, y ha participado en conmemoraciones y festejos de distinto tipo, que van desde el onomástico de la reina Isabel II en la embajada británica, hasta la recordación de los caídos en la guerra del Atlántico Sur en el cenotafio de la Plaza San Martín.

En lo que hace a los Blandengues de la frontera, es de recordar que frente a los repetidos malones de los aborígenes mapuches provenientes de Chile se decidió constituir tres compañías de caballería para resguardo de la frontera sur de la antigua gobernación del Río de la Plata y futuro virreinato.
Hasta 1810 los Blandengues se constituyeron en fundadores de pueblos como Chascomús, Monte, General Belgrano, Saladillo y en el resguardo ante las incursiones de mapuches, piratas holandeses, portugueses, franceses e ingleses. El broche de oro de este cuerpo fue la reconquista de Buenos Aires. En tanto, los Corsarios de Mordeille son un grupo que recrea la activa participación de este conjunto real de Corsarios, en las luchas de reconquista y defensa del Virreinato del Río de la Plata. Participaron de los combates en la cuenca del Plata y la zona atlántica desde 1780, con las invasiones bandeirantes hasta las campañas de 1830 con motivo de las luchas internas y la guerra con el imperio del Brasil. Acompañaron al almirante Guillermo Brown y a Hipólito Bouchard.
Por su parte, la Agrupación Granaderos Voluntarios de Infantería de Buenos Aires nuclea a aficionados a la recreación histórica militar argentina.
Los recreadores son, en su mayoría, tiradores de avancarga y pólvora negra entrenados en el manejo y disparo de armas históricas con plena seguridad. Tras la reconquista de Buenos Aires en 1806, la Junta de Guerra dispuso la creación de las milicias voluntarias de Buenos Aires y, sobre la base de la compañía de granaderos provinciales, se creó la de Granaderos Voluntarios de Infantería, cuyo comando fue confiado al capitán Juan Florencio Terrada. El 16 de octubre de 1807 se dispone que pase a denominarse Batallón de Granaderos del General Liniers de Buenos Aires. El 11 de septiembre de 1809 el virrey Cisneros dictó una providencia determinando que se nombrara Regimiento de Granaderos de Fernando VII. Estas eran las unidades de milicias que existían en Buenos Aires al producirse la Revolución de Mayo y que, luego del 29 de mayo de 1810, se convirtieron en unidades veteranas, que llegarán a ser el plantel del Ejército Argentino.
Este Regimiento mantuvo su nombre hasta 1813 en que pasa a denominarse Granaderos de Infantería. Participó en el sitio de Montevideo y en las campañas en Santa Fe contra Artigas. También participó en las campañas al Paraguay bajo el mando del comandante Ignacio Warnes. Fue disuelto en 1820.

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