enero 10, 2012

LA IMPRUDENCIA SE LLEVÓ OTRAS DOS JOVENES VIDAS


El pasado domingo 8 - un grupo de seis jóvenes había ingresado al río de la Plata en cercanías al canal de acceso al Club Las Barrancas (López y Planes y Camino de la Ribera “Sor Camila Rolón” Acassuso), y uno de ellos, de 14 años de edad, desapareció de la superficie de las aguas, hecho que produjo la reacción de otro joven, de 18 años, que intentó salvarlo y que no sólo no logró su cometido, sino que desapareció junto a él.

Alrededor de las 13,20 la información sobre la desaparición de las dos personas llega a conocimiento de la Prefectura Naval de San Isidro que dispuso de modo inmediato la búsqueda con personal especializado y buzos a bordo de botes semi-rígidos y motos de agua. Este operativo dio como resultado que a las 14,50 fuera encontrado el cuerpo del joven Diego Sánchez, de 18 años, domiciliado en San Miguel, y continuando la búsqueda se hallara a las 16 de ayer - lunes 9- , el cuerpo del menor Iván González, de 14 años de edad, que se domiciliaba en la localidad de Pablo Podestá.

Los jóvenes sin advertirlo, habían ingresado a un canal de navegación, con fuertes y peligrosas corrientes bajo superficie.

El hecho ocurrió a pesar que en ese lugar hay carteles que indican que está prohibido bañarse por ordenanza municipal Nº 5.304 y la ley provincial Nº 8.613, además de otro que advierte “Peligro Canal Profundo”.

A través de diversos convenios, a lo largo de estos años, la Municipalidad de San Isidro ha articulado con la Prefectura Naval un sistema para prevenir a quienes quieren adentrarse en el río de los peligros que ello conlleva. La comuna dedica recursos, humanos y materiales y equipamiento para ello. La prefectura también cumple su rol, pero a veces la imprudencia supera toda previsión. Cuando todavía no se acallaron los ecos por los sucesos que costaron dos jóvenes vidas, personal municipal y del programa Cuidado Comunitario trataban este mediodía de disuadir a gente proveniente de otros municipios de acampar e internarse en el río en mismo lugar en que aquellos desaparecieron en las peligrosas aguas de un canal de navegación.

La Prefectura Naval Argentina recomendó en varias oportunidades y por diversos medios de comunicación no ingresar a las aguas de las costas de San Isidro ya que no existen balnearios habilitados, al tiempo que patrulla por agua y tierra las costas en prevención de hechos como los que ahora deben lamentarse por la imprudencia de ingresar a las aguas en lugares peligrosos y no aptos como playas o balnearios por la composición del fondo y la costa y/o la profundidad del lugar.

En numerosos casos la Prefectura debió rescatar a bañistas improvisados y desprevenidos que imprudentemente ingresan a las aguas, algunos menores de edad sin la compañía de un adulto y otros tantos (adultos y menores) que lo hacen luego de ingerir alimentos y bebidas alcohólicas.

También se supo de casos en que la gente, en su gran mayoría proveniente de localidades donde no hay costas, ha arrancado y destruido los carteles indicadores de peligro y hasta han llegado a arrojar piedras a los patrulleros del programa municipal de Cuidado Comunitario de San Isidro y a los botes de la Prefectura, cuyo personal solo trataba de advertirles del peligro de internarse en las aguas del río.

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