El pasado domingo 8 - un grupo de seis jóvenes había ingresado al río de la Plata en cercanías al canal de acceso al Club Las Barrancas (López y Planes y Camino de la Ribera “Sor Camila Rolón” Acassuso), y uno de ellos, de 14 años de edad, desapareció de la superficie de las aguas, hecho que produjo la reacción de otro joven, de 18 años, que intentó salvarlo y que no sólo no logró su cometido, sino que desapareció junto a él.
Alrededor de las 13,20 la información sobre la desaparición de las dos personas llega a conocimiento de la Prefectura Naval de San Isidro que dispuso de modo inmediato la búsqueda con personal especializado y buzos a bordo de botes semi-rígidos y motos de agua. Este operativo dio como resultado que a las 14,50 fuera encontrado el cuerpo del joven Diego Sánchez, de 18 años, domiciliado en San Miguel, y continuando la búsqueda se hallara a las 16 de ayer - lunes 9- , el cuerpo del menor Iván González, de 14 años de edad, que se domiciliaba en la localidad de Pablo Podestá.
Los jóvenes sin advertirlo, habían ingresado a un canal de navegación, con fuertes y peligrosas corrientes bajo superficie.
El hecho ocurrió a pesar que en ese lugar hay carteles que indican que está prohibido bañarse por ordenanza municipal Nº 5.304 y la ley provincial Nº 8.613, además de otro que advierte “Peligro Canal Profundo”.
A través de diversos convenios, a lo largo de estos años, la Municipalidad de San Isidro ha articulado con la Prefectura Naval un sistema para prevenir a quienes quieren adentrarse en el río de los peligros que ello conlleva. La comuna dedica recursos, humanos y materiales y equipamiento para ello. La prefectura también cumple su rol, pero a veces la imprudencia supera toda previsión. Cuando todavía no se acallaron los ecos por los sucesos que costaron dos jóvenes vidas, personal municipal y del programa Cuidado Comunitario trataban este mediodía de disuadir a gente proveniente de otros municipios de acampar e internarse en el río en mismo lugar en que aquellos desaparecieron en las peligrosas aguas de un canal de navegación.
La Prefectura Naval Argentina recomendó en varias oportunidades y por diversos medios de comunicación no ingresar a las aguas de las costas de San Isidro ya que no existen balnearios habilitados, al tiempo que patrulla por agua y tierra las costas en prevención de hechos como los que ahora deben lamentarse por la imprudencia de ingresar a las aguas en lugares peligrosos y no aptos como playas o balnearios por la composición del fondo y la costa y/o la profundidad del lugar.
En numerosos casos la Prefectura debió rescatar a bañistas improvisados y desprevenidos que imprudentemente ingresan a las aguas, algunos menores de edad sin la compañía de un adulto y otros tantos (adultos y menores) que lo hacen luego de ingerir alimentos y bebidas alcohólicas.
También se supo de casos en que la gente, en su gran mayoría proveniente de localidades donde no hay costas, ha arrancado y destruido los carteles indicadores de peligro y hasta han llegado a arrojar piedras a los patrulleros del programa municipal de Cuidado Comunitario de San Isidro y a los botes de la Prefectura, cuyo personal solo trataba de advertirles del peligro de internarse en las aguas del río.
Alrededor de las 13,20 la información sobre la desaparición de las dos personas llega a conocimiento de la Prefectura Naval de San Isidro que dispuso de modo inmediato la búsqueda con personal especializado y buzos a bordo de botes semi-rígidos y motos de agua. Este operativo dio como resultado que a las 14,50 fuera encontrado el cuerpo del joven Diego Sánchez, de 18 años, domiciliado en San Miguel, y continuando la búsqueda se hallara a las 16 de ayer - lunes 9- , el cuerpo del menor Iván González, de 14 años de edad, que se domiciliaba en la localidad de Pablo Podestá.
Los jóvenes sin advertirlo, habían ingresado a un canal de navegación, con fuertes y peligrosas corrientes bajo superficie.
El hecho ocurrió a pesar que en ese lugar hay carteles que indican que está prohibido bañarse por ordenanza municipal Nº 5.304 y la ley provincial Nº 8.613, además de otro que advierte “Peligro Canal Profundo”.
A través de diversos convenios, a lo largo de estos años, la Municipalidad de San Isidro ha articulado con la Prefectura Naval un sistema para prevenir a quienes quieren adentrarse en el río de los peligros que ello conlleva. La comuna dedica recursos, humanos y materiales y equipamiento para ello. La prefectura también cumple su rol, pero a veces la imprudencia supera toda previsión. Cuando todavía no se acallaron los ecos por los sucesos que costaron dos jóvenes vidas, personal municipal y del programa Cuidado Comunitario trataban este mediodía de disuadir a gente proveniente de otros municipios de acampar e internarse en el río en mismo lugar en que aquellos desaparecieron en las peligrosas aguas de un canal de navegación.
La Prefectura Naval Argentina recomendó en varias oportunidades y por diversos medios de comunicación no ingresar a las aguas de las costas de San Isidro ya que no existen balnearios habilitados, al tiempo que patrulla por agua y tierra las costas en prevención de hechos como los que ahora deben lamentarse por la imprudencia de ingresar a las aguas en lugares peligrosos y no aptos como playas o balnearios por la composición del fondo y la costa y/o la profundidad del lugar.
En numerosos casos la Prefectura debió rescatar a bañistas improvisados y desprevenidos que imprudentemente ingresan a las aguas, algunos menores de edad sin la compañía de un adulto y otros tantos (adultos y menores) que lo hacen luego de ingerir alimentos y bebidas alcohólicas.
También se supo de casos en que la gente, en su gran mayoría proveniente de localidades donde no hay costas, ha arrancado y destruido los carteles indicadores de peligro y hasta han llegado a arrojar piedras a los patrulleros del programa municipal de Cuidado Comunitario de San Isidro y a los botes de la Prefectura, cuyo personal solo trataba de advertirles del peligro de internarse en las aguas del río.
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